El domingo 9 de marzo ha sido pregonada la Semana Santa de Granada en el Teatro Isabel la Católica por Maria del Camen Sánchez. Acto organizado por la Real Federación de Cofradías y Hermandades de Granada. Igualmente, asistimos a la entrega de tapas el 24 de febrero y el nombramiento oficial el 5 de marzo.
Agradecemos a Maria del Carmen su pregón y sus palabras hacia nuestra cofradía, la Semana Santa y la ciudad de Granada.
"Porque, si Jesús pidió que los niños se acercaran a Él, yo me quiero hacer de nuevo esa niña y acercarme a Jesús.
Es otra mañana de nervios, incertidumbres e ilusión la que nos abre la Semana Santa. Porque nuestra semana cofrade no empieza en San Andrés en la tarde del Domingo de Ramos. Ha empezado bien temprano, en una casa de cualquier barrio de Granada. Como si de una mañana de Reyes se tratara, los nervios han impedido que los más pequeños desa duerman hasta tarde. La ciudad se ha despertado con un aire de renovada alegria, y son los niños quienes, como pequeños destellos de vida, llevan el ritmo de esta primera jornada de la Semana Santa. Todos nos fijamos en la Hermandad de la Borriquilla, porque su entusiasmo inunda las calles. Pero da igual el color de la túnica. Vestidos de hebreos, con túnicas claras o de roquete, muchos aún con manos diminutas, acompañan a Jesús. Sus voces, cristalinas como el agua de los ríos, resuenan al unísono con el eco de las palmas que ondean sobre sus cabezas, como banderas de esperanza. O se mezclan con los sones de las campanas. En los corralitos que con mimo cuidan y vigilan los encargados del tramo infantil-general y mayoritariamente mujeres-, ofrecen sonrisas tímidas al paso de la procesión. Y los que están en las aceras, con sus ojos brillantes como el alba en las montañas de Sierra Nevada, observan con asombro las procesiones que serpentean como ríos de fe.
Y con una niña y un niño de la mano, nos acercamos a la calle Elvira. Aunque esa jornada luminosa de Domingo de Ramos la hemos empezado en plaza Nueva. Vestidos con nuestros mejores trajes, pero pensando en que hay que ir cómodos, que la jornada se nos va a alargar. Puede hacer frío, puede hacer calor...; a lo que no tenemos hoy que temer es a la lluvia. El cielo sonríe como lo hacemos todos los que nos encontramos por la calle. Gente con palmas o con ramos de olivo. Algunos sin nada, pero trajeados. Turistas que preguntan... Qué bonito es el Domingo de Ramos.
Elvira revive esos días de gloria en los que era la calle principal de Granada. Hoy es una vía incómoda, con demasiado tráfico y poco lugar para los peatones; con un pavimento que no ayuda a caminar, especialmente si se te ocurre llevar taco Tal vez algunos fondos europeos puedan ayudar a recuperarla... ¡Ay!,que me despisto...
Calle Elvira, bullicio; y esa sensación de que todo es lo mismo, pero todo se estres Porque estrenamos sonrisa, porque estrenamos el inicio de una historia de la que, unque el final sea conocido, todo nos resulta nuevo, sugerente, inspirador. También es una historia que vivimos con alegría, precisamente porque sabemos que al final triunfa la Vida. Por eso, son los niños los que empiezan la Semana Santa. Decía antes que nos encaminábamos a la calle Elvira llevando de la mano a una niña y un niño...; no, son ellos los que nos llevan a nosotros. Son ellos los que nos guían, con la ansiedad de llegar, de coger buen sitio, de abrir mucho los ojos para no perder detalle. Ya suenan los tambores, ya se abre paso la comitiva de la hermandad de la Alhambra, fiel depositaria, durante unos días, de la llave que abre nuestros mejores días.
Toc, toc, toc... ¡Shhhh, shhh...! «¿Quién es...? La Muy Antigua...».
Qué bullicio, qué clamor. Aplausos, gritos..., todo empieza. El tiempo se detiene. Nada de lo que pasa a nuestro alrededor nos importa, porque solo tenemos ojos para lo que está pasando en ese minúsculo espacio de la ciudad, que de repente parece que es inmensamente grande. No, no lo parece, lo es. Porque ahí está Jesús, el Rey de Reyes: con Él, con sus niños y niñas, empezará todo; con los padres y madres que sonreirán, llorarán, recordarán...; con quienes allí estaremos confluyendo en un solo ser. El ser cofrade que cada Domingo de Ramos renacerá, revivirá, respirará primavera para que le digamos a Granada que la gloria está en nuestras calles, que Dios nos ha llamado para que contemos una historia que no hace protagonistas. Que nuestro papel es el de narradores del Amor. Un amor sacramentado y evangelizador que se nos ha dado y que no podemos guarda Aquí me postro ante vosotros, contemplando vuestros rostros llenos de terra, recordando aquella tarde de octubre en la que imploramos PAZ, con la confianza de unos hijos en su Madre, sabiendo que tu manto nos envuelve en un abrazo de amor maternal. Así empieza nuestra Semana Santa."
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